“Una noche, en 1713, soné que había hecho un pacto con el diablo y estaba a mis órdenes. Todo me salía maravillosamente bien, todos mis deseos eran anticipados y satisfechos con creces por mi nuevo sirviente. Ocurrió que, en un momento dado, le di mi violín y lo desafié a que tocara para mi alguna pieza romántica. Mi asombro fue enorme cuando lo escuché tocar, con gran bravura e inteligencia, una sonata tan singular y romántica como nunca antes había oído. Tal fue mi maravilla, éxtasis y deleite que quedé pasmado y una violenta emoción me despertó. Inmediatamente tomé mi violín deseando recordar al menos una parte de lo que recién había escuchado, pero fue en vano.
La sonata que compuse entonces es, por lejos, la mejor que he escrito y aún la llamo “La sonata del diablo”, pero resultó tan inferior a lo que había oído en el sueño que me hubiera gustado romper mi violín en pedazos y abandonar la música para siempre”
viernes, 7 de septiembre de 2012
EL TRINO DEL DIABLO
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¡Magistral, simplemente perfecta!
ResponderEliminarEs una de mis favoritas. Me transporta¡¡¡
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