A LA SOMBRA DE UN LEÓN
Llegó
con su espada de madera
y zapatos de payaso
a comerse la ciudad
Compró suerte en Doña Manolita
y al pasar por la Cibeles
quiso sacarla a bailar un vals
como dos enamorados
y dormirse acurrucados
a la sombra de un león
"¿Qué tal?
estoy sola y sin marido
gracias por haber venido
a abrigarme el corazón."
Ayer
a la hora de la cena
descubrieron que faltaba
el enfermo 16
Tal vez
disfrazado de enfermero
se escapó de Ciempozuelos
con su capirote de papel.
A su estatua preferida
un anillo de pedida
le robó en El Corte Inglés
Con él
en el dedo al día siguiente
vi a la novia del agente
que lo vino a detener
Cayó
como un pájaro del árbol
cuando sus labios de mármol
le obligaron a soltar
Quedó
un taxista que pasaba
mudo al ver cómo empezaba
la Cibeles a llorar
y chocó contra el Banco Central.
con su espada de madera
y zapatos de payaso
a comerse la ciudad
Compró suerte en Doña Manolita
y al pasar por la Cibeles
quiso sacarla a bailar un vals
como dos enamorados
y dormirse acurrucados
a la sombra de un león
"¿Qué tal?
estoy sola y sin marido
gracias por haber venido
a abrigarme el corazón."
Ayer
a la hora de la cena
descubrieron que faltaba
el enfermo 16
Tal vez
disfrazado de enfermero
se escapó de Ciempozuelos
con su capirote de papel.
A su estatua preferida
un anillo de pedida
le robó en El Corte Inglés
Con él
en el dedo al día siguiente
vi a la novia del agente
que lo vino a detener
Cayó
como un pájaro del árbol
cuando sus labios de mármol
le obligaron a soltar
Quedó
un taxista que pasaba
mudo al ver cómo empezaba
la Cibeles a llorar
y chocó contra el Banco Central.
Y SIN EMBARGO.
De sobras sabes que eres la primera, que no miento si juro que daría
por ti la vida entera, por ti la vida entera,
y, sin embargo, un rato, cada día, ya ves, te engañaría con cualquiera, te cambiaría por cualquiera.
Ni tan arrepentido ni encantado de haberme conocido, lo confieso.
Tú que tanto has besado tú que me has enseñado,
sabes mejor que yo que hasta los huesos sólo calan los labios que no has dado, los besos del pecado.
Porque una casa sin ti es una emboscada, el pasillo de un tren de madrugada,
un laberinto sin luz ni vino tinto, un velo de alquitrán en la mirada.
Y me envenenan los besos que voy dando y, sin embargo, cuando duermo sin ti contigo sueño,
y con todas si duermes a mi lado, y si te vas me voy por los tejados como un gato sin dueño
perdido en el pañuelo de amargura que empaña sin mancharla tu hermosura.
No debería contarlo y, sin embargo, cuando pido la llave de un hotel
y a media noche encargo un buen champán francés y cena con velitas para dos,
siempre es con otra, amor, nunca contigo, bien sabes lo que digo.
Porque una casa sin ti es una oficina, un teléfono ardiendo en la cabina,
una palmera en el museo de cera, un éxodo de oscuras golondrinas.
Y cuando vuelves hay fiesta en la cocina y bailes sin orquesta y ramos de rosas con espinas,
pero dos no es igual que uno más uno y el lunes al café del desayuno
vuelve la guerra fría y al cielo de tu boca el purgatorio y al dormitorio el pan de cada día...
por ti la vida entera, por ti la vida entera,
y, sin embargo, un rato, cada día, ya ves, te engañaría con cualquiera, te cambiaría por cualquiera.
Ni tan arrepentido ni encantado de haberme conocido, lo confieso.
Tú que tanto has besado tú que me has enseñado,
sabes mejor que yo que hasta los huesos sólo calan los labios que no has dado, los besos del pecado.
Porque una casa sin ti es una emboscada, el pasillo de un tren de madrugada,
un laberinto sin luz ni vino tinto, un velo de alquitrán en la mirada.
Y me envenenan los besos que voy dando y, sin embargo, cuando duermo sin ti contigo sueño,
y con todas si duermes a mi lado, y si te vas me voy por los tejados como un gato sin dueño
perdido en el pañuelo de amargura que empaña sin mancharla tu hermosura.
No debería contarlo y, sin embargo, cuando pido la llave de un hotel
y a media noche encargo un buen champán francés y cena con velitas para dos,
siempre es con otra, amor, nunca contigo, bien sabes lo que digo.
Porque una casa sin ti es una oficina, un teléfono ardiendo en la cabina,
una palmera en el museo de cera, un éxodo de oscuras golondrinas.
Y cuando vuelves hay fiesta en la cocina y bailes sin orquesta y ramos de rosas con espinas,
pero dos no es igual que uno más uno y el lunes al café del desayuno
vuelve la guerra fría y al cielo de tu boca el purgatorio y al dormitorio el pan de cada día...
Tengo un disco de un directo de Sabina con esta última canción que tiene una introducción preciosa de la copla "Y sin embargo te quiero" de Olga Román. Fue la gira "Nos sobran los motivos". Buenas canciones.
ResponderEliminarSi quieres oirla te dejo el link: http://www.youtube.com/watch?v=PTiP2qrIfd8
gracias por el enlace, estoy deseoso de oirlo.
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