jueves, 19 de noviembre de 2009
A LA SOMBRA DE UN LEÓN ( HOMENAJE A LA CIBELES DE MADRID).
legó con su espada de madera y zapatos de payaso
a comerse la ciudad.
Compró suerte en Doña Manolita y al pasar por la Cibeles
quiso sacarla a bailar un vals como dos enamorados y dormirse acurrucados
a la sombra de un león.
"¿Qué tal? estoy solo y sin marido gracias por haber venido a abrigarme el corazón."
Ayer a la hora de la cena descubrieron que faltaba el interno dieciséis.
Tal vez disfrazado de enfermero se escapó de Ciempozuelos con su capirote de papel.
A su estatua preferida un anillo de pedida le robó en El Corte Inglés.
Con él en el dedo al día siguiente vi a la novia del agente que lo vino a detener.
Cayó como un pájaro del árbol cuando sus labios del mármol le obligaron a soltar.
Quedó un taxista que pasaba mudo al ver como empezaba la Cibeles a llorar
y chocó contra el Banco Central.
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